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martes, 2 de marzo de 2010

asuntos sobrenaturales

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Asuntos sobrenaturales

Una vida corta. Las gentes con menor esperanza de vida son los habitantes de Sierra
Leona, que fallecen por termino medio a la edad de 43 años.

Suicidas al volante. Se estima que entre el 15 y 20 por ciento de los accidentes de
tráfico no son tales, sino que se trata de suicidios.
Pendientes de tres hilos. En el Medievo, los ladrones, infanticidas y bígamos eran
ahorcados con tres cuerdas.

La pandilla cadavérica. La gran demanda de cadáveres para practicar autopsias en los
hospitales y otros centros médicos londinenses provocó que apareciese en el siglo
pasado un grupo de ladrones de cadáveres profesionales conocidos como la banda
Borough.

Huesitos, pero no de santo. En Francia, los mendigos hacían un pan que llamaban de
Madame Montpensier. Estaba elaborado con huesos humanos molidos que eran
sustraidos de las tumbas.

Euforico final. El poeta griego Sófocles murió en el año 406 a. de C. por la impresión
que le produjo una noticia.

Varones transformistas. Tras el fallecimiento de un ser querido, los hombres gálatas,
de Asia Menor, se disfrazaban de mujer, ya que decían que el sexo femenino reza y se
lamenta mucho mejor.

Con fecha de caducidad. Los desaparecidos caspios, que vivían en la desembocadura
del río Kura, mataban a los hombres al cumplir los 60 años.

Que no les falte de nada. Los cananeos practicaban agujeros en las tumbas por los que
hacían llegar alimento a los difuntos.

La gran cacería. Cada año se cazan en nuestro país entre 70 y 90 millones de animales.

Amor a espaldas. En las cárceles toscanas del siglo pasado, los presos autores de
crímenes pasionales portaban en su espalda una pancarta que decía: Assassino per
amore (asesino por amor).

Muerte trufada. Según De la Mettrie, médico y autor del ensayo El hombre máquina
(1748), el ser humano debe gozar de los placeres carnales y disfrutar de la repostería
trufada hasta la saciedad. Llevada a la práctica su teoría, De la Mettrie no pudo resistir
el empacho: enfermó y falleció.

Con el alma presa. Los habitantes de algunos poblados galos acostumbraban a coser
todos los orificios corporales del finado para que su espíritu no se escapara

Por un puñado de monedas. En el Medievo, muchas madres sacrificaban a los recién
nacidos para sacarse unas monedas como amas de cría. Esto era debido a que las
mujeres ricas preferían contratar a las madres que acababan de perder un hijo. De esta
forma, se aseguraban de que la leche no se repartiese entre dos bebés.

Manos aparte. A las atenienses suicidas se les cortaban las manos y se enterraban
separadas del resto del cadáver.

Para liarse a tiros. La mitad de las muertes accidentales en la ciudad estadounidense de
Los Ángeles se deben a la manipulación de armas de fuego. Éstas también están
implicadas en el 95 por 100 de los homicidios.
El gota gota. Los verdugos sicilianos se sacaban un sobresueldo vendiendo a la gente
supersticiosa gotas de sangre de los recién ejecutados.

Nacidos para vencer. Los cartagineses ejecutaban a los que eran derrotados en el
campo de batalla.

Que les parta un rayo. Los griegos consideraban sagradas a las víctimas muertas por
un rayo.

Juicio a un finado. El papa Esteban VI hizo exhumar los restos de su predecesor, el
papa Formoso, a quien acusaba de usurpador. Esteban VI condujo el cadáver a Roma, lo
sentó en el trono con su atuendo papal e inició un concilio para juzgarlo. Al término de
éste, mandó arrojar el cadáver al Tíber. Poco después, en el año 897 fue apresado por el
pueblo y estrangulado.

Llamadas desde el otro lado. Para evitar enterrar a gente aparentemente muerta, un
depósito de cadáveres vienes del siglo XIX unía a los cuerpos sin vida unas placas
metálicas, Éstas, al detectar cualquier movimiento, activaban una alarma en el centro de
control.

Venenos para ella, tiros para el. Numerosos estudios revelan que a la hora de quitarse
la vida, las mujeres optan por los fármacos y las sustancias toxicas, mientras que los
hombres prefieren precipitarse desde las alturas o recurrir a las armas de fuego.

Escobas se quedan sin dueño. Entre 1560 y 1670 se ejecutaron sólo en el sudeste de
Alemania 3.200 brujas.

Falsa juventud. Las mujeres de la antigua Grecia empezaban a contar su edad desde
que se casaban.

Una exhibición ejemplar. En Inglaterra, los ahorcados eran expuestos durante un
tiempo como medida ejemplarizadora. Para evitar que fueran atacados por animales
carroñeros eran embadurnados completamente de alquitrán.

Los latidos de España. Los españoles -y en concreto la mujer catalana- poseen el
índice de mortalidad por problemas cardiacos más bajo del mundo.

La muerte puede esperar. Se cuenta que cuando el matemático alemán Karl E.Gauss
(1777-1855) se le comunicó que su esposa estaba a punto de fallecer, este, que estaba
inmerso en su trabajo, respondió: "Si, si, pero pídale que espere un momento hasta que
acabe con esto".

Sepelio a bofetadas. El día del entierro del boxeador británico Tom Sayers (1826-1865)
cerca de 30.000 seguidores acudieron al cementerio para darle el último adiós. En el
momento de la inhumación, todos se quisieron acercar a la tumba, pero al no poder, la
emprendieron a puñetazos.
Juego de alto riesgo. Los aztecas y otros pueblos precolombinos practicaban un juego
parecido al fútbol, el tlachtli. A los que perdían, los sacerdotes solían arrancarles en
vivo el corazón para ofrecérselo a los dioses

La escalera del suplicio. Antiguamente, el número de peldaños en los patíbulos
variaba según la jerarquía del condenado. Así, el rey podía pedir que el colocaran un
número ilimitado; los duques, ocho; los condes, seis; los barones, cuatro, y la gente
humilde, dos.

Dormir con el enemigo. En 1992, el 29 por 100 de las mujeres asesinadas en Estados
Unidos fue a mano de sus maridos, ex maridos o compañeros sentimentales.

Quien paga, también descansa. Los egipcios morosos no podían ser enterrados hasta
que la familia saldara todas sus deudas.

Viaje al limbo. En la Edad Media, los niños que morían sin ser bautizados eran
enterrados entre los muros de las catedrales, que eran llamados limbos.

El cadáver incendiario. En 1885 fue ingresado en un hospital de Londres un hombre
obeso que falleció. A la mañana siguiente, los doctores se encontraron con el cuerpo
hinchado como un balón y relleno de gas. Al practicarle una pequeña incisión en la piel,
espontáneamente el gas salió y ardió

Un chupito de hueso. Los indios de la Guayana preparaban un licor con las cenizas de
los muertos.

¡Por fin libres! En 1684,Jean-Baptiste Mouron, de 17 años de edad, fue acusado y
condenado a galeras durante cien años y un día. Mouron cumplió el castigo íntegro y
quedo libre a la edad de 117 años. Falleció unos años mas tarde.

En la hora de la muerte. El día 1 de Septiembre de 1775 a las 7.45 de la madrugada,
murió el rey francés Luis XIV. En momento, el péndulo que el físico holandés Christian
Hoygens le había regalado se detuvo inexplicablemente, sin que jamás volviese a
funcionar.

Suicidio salado. En la antigua China, los suicidas tienen una forma muy curiosa de
quitarse la vida, que era ingiriendo una cantidad brutal de sal.

Mordisco fatal. Allan Pinkerton, fundador de la famosa agencia noerteamericana de
detectives del mismo nombre, murió de gangrena por morderse la lengua, en 1884.

Mueren y no desaparecen. Una cucaracha decapitada puede vivir varios días antes de
morir.

Tirar de la coleta. Durante los siglos XVII y XIX, los esclavos chinos eran obligados a
llevar coleta, para que pudiesen ser escogidos más rápidamente.

Un delito que es una marranada. En 1394, un cerdo fue ahorcado en Normandía por
devorar a un niño.
Las siete vidas de Rasputín. Este personaje de la corte zarista tomó vino y 10 pasteles
envenenados; más tarde recibió cinco balazos mortales y fue golpeado en la cabeza con
una barra metálica, sin dejarle fuera de juego. Su inexplicable vitalidad no se quebrantó
hasta que un grupo de personas allegadas le arrojaron bien atado por un agujero abierto
en el helado río Neva, en 1916.

Correo funerario. En agosto de 1993, los monjes de un templo budista de Nara, en
Japón, recibieron por correo un paquete que contenía el cadáver de un bebé y un sobre
con dinero para los gastos de su funeral.

El último mensaje. El 15 de Noviembre de 1958, el actor Vincent Price tomó un avión
de Hollywood a Nueva York. Durante el vuelo, miró por la ventanilla y se quedo helado
al ver que unas nubes cercanas formaban la frase "Tyrone Power ha muerto". Ningún
otro pasajero vio el mensaje. Cuando el avión aterrizó en Nueva York, comunicaron a
Price que su amigo Tyrone Power había muerto dos horas antes de un ataque al corazón.

Cortar por lo sano. Cuando el médico Erasístratos, uno de los más famosos de
Alejandría, presintió que padecía una úlcera sangrante, se suicidó ingiriendo una copa
de cicuta, en el año280 a. de C.

Luto muy refinado. Durante el siglo XVIII, se puso de moda en los funerales repartir
entre los parientes del finado anillos, medallones y otras joyas con figuras de ataúdes,
calaveras y esqueletos.

Copa macabra. Los antiguos habitantes de Táuride, en Crimea, únicamente bebían en
las calaveras de sus adversarios.

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