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domingo, 25 de septiembre de 2011

HELLRAISER: METAFISICA MODERNA

Hellraiser: METAFISICA MODERNA



hell

Pasada más de una década, el clásico de Clive Barker sigue siendo una de las películas de terror más influyentes del cine contemporáneo. Veamos el porqué en este interesante artículo que nos ofrece un nuevo colaborador...





Con el paso de los años, la obra maestra del cine de terror Hellraiser, los que traen el infierno (Hellraiser) se ha extendido a una cultura que vislumbra iconos pesadillescos y mitos capaces de estremecer conciencias desprovistas de emociones escalofriantes. El luminiscente héroe 'onírico-infernal' de los clavos en la cabeza (el eterno Pinhead), nacido en una inolvidable década tan proclive para el terror como fueron los 80, ha engrandecido su efigie a lo largo de dos décadas para pasar a ser uno de los iconos fundamentales del cine apocalíptico y sangriento. En 1987, la New World Pictures trajo al mundo la opera prima del que es uno de los genios más importantes de la literatura contemporánea, Clive Barker. En aquella se narraba la historia de Frank Cotton, un hombre que, aburrido de la vida cotidiana, viajaba a Oriente, donde un asiático le vendía una caja que, según la leyenda, le abriría las puertas del Infierno, ofreciéndole la posibilidad de disfrutar del placer y del dolor en una dimensión desconocida. La curiosidad de Frank provoca que resuelva el enigma de la caja con la aparición de los Cenobitas, seres infernales encargados de llevar la fruición del sufrimiento a quien los invoque. La casa en la que Frank fuera llevado al Infierno es habitada por su hermano Larry, su hija Kirsty y su segunda esposa, Julia. Frank revivirá recobrando su humanidad gracias a la ayuda de ésta última. Pero nadie contaba con la presencia de Kirsty, que entregará a su tío a los Cenobitas para salvar su alma del enigma que reside en el misterioso receptáculo...







Este era el comienzo de la saga Hellraiser, un fascinante viaje a través de la transformación del cuerpo humano y alma en su fase más salvaje, más dolorosa: placer y dolor en un solo concepto jamás experimentado por ningún hombre. Clive Barker estaba ya consolidado como uno de los herederos directos (y a la vez congéneres) de Stephen King cuando escribió esta inolvidable historia de horror, destinada a ser un clásico de dos ámbitos tan difíciles de vincular como son la literatura y el cine. El neófito realizador, al cual se le achacó en su momento su nula experiencia en el campo del celuloide, otorgó a la iconografía del fantaterrorífico (muy cerca del gore -aunque nunca incluida en este subgénero-) una profundidad temática y estética revolucionaria, recreando una novedosa visión del terror basado en la insania fría, distante y en muchos momentos aberrante, en la que cada elemento que rodea la historia tiene algo de lúgubre y desagradable. Cada uno de los personajes se muestra de forma tenebrosa y sólo existe una cierta equidistancia del público con respecto a la cándida Kirsty (la hermosa actriz de culto Ashley Laurence). El director y novelista dirigió esta opera prima sin tener un conocimiento exacto del lenguaje cinematográfico. Hecho que, si bien a veces evidencie una falta de control de la acción visual sobre el argumento, sirve para ofrecer una perspectiva cristalina del espíritu global de Hellraiser y su significado.







La aterradora serie supone un trayecto por el lado más oscuro hacia la esencia de la razón y de locura, para experimentar nuevas dimensiones del ser y del placer, personalizados en unos entes demoníacos (los legendarios Cenobitas) llamados para sobrecoger a las almas curiosas e imprudentes ante lo que puedan descubrir. La transformación como producto directo de los más ocultos miedos humanos es el verdadero significado de Hellraiser. La saga (seis entregas hasta la fecha) explora este miedo mostrando la consternación y la tribulación en momentos inolvidables gracias, en gran parte, a los excelentes efectos especiales de pura artesanía creados por Bobb Keen. Clive Barker definió el Infierno en la serie Hellraiser de una forma novedosa, más espiritual que fabulesca, muy diferente (pero a la vez paralela) a la creencia cristiana. En Hellraiser, aquellos que traen el averno destinan la voluntad humana a un caos de sufrimiento en el que la representación de las llamas eternas es sustituida por las torturas a las que someten los siniestros Cenobitas, descritos por el propio Barker como "demonios para algunos y ángeles para otros". El extenso universo generado por Barker está dominado por Leviatán, un dios ávido de torturas y deseos, materializado en un octaedro punzante. Y la única forma posible de abrir las puertas del Infierno, de acceder al Leviatán oculto, el que se esconde en nuestro morbo más escabroso, es a través de la resolución de un puzzle, un enigma inscrito en una caja llamada la 'Configuración del Lamento', que descubrirá los Milagros Negros y las Maravillas de la Oscuridad.







Clive Barker se acercó con el mito y la doctrina de aquella película a aspectos filosóficos hasta entonces poco abordados en el cine, basados más en la ideología de Jung -complejo entendido como constructor de los sueños y los síntomas- que en la factible teoría de Freud y su vertiente sexual. Hellraiser explora la colectividad inconsciente, en la que los sueños tienen tanta importancia como la realidad que nos rodea. Gracias al ingenio del escritor británico, el fantastique se aproximó al terror de una manera virtuosa, ejecutando un análisis introspectivo de esperanzas y miedos, de sueños y realidades. A pesar de tratarse de un filme relativamente pequeño (debido a su escaso presupuesto -un millón de dólares-), en su núcleo argumental esta obra cumbre incluye una deliberación de todo aquello que circunscribe los secretos de Ciencia, los enigmas de Lógica y la llama de Prometeo.







Hellraiser sirvió también para que muchos descubrieran una de las alegorías del género más carismáticas y menos conocidas de la tradición del terror. Reiterado el símbolo del psycho-killer mesiánico y enajenado que cometía sus barbaries en un mundo real y cotidiano (Jason Voorhes, Michael Myers o Leatherface), Barker optó por un ser infernal, dinámico, de personalidad arrolladora y de estética fastuosamente cuidada. Pinhead ('cabeza de alfiler' en su traducción literal) embelesó a los amantes de un género necesitado del cambio que transfirió esta cinta clásica. Muchos conocen a Pinhead, pero pocos saben que en realidad Barker le dio un pasado enigmático, ya que se trata del Capitán Elliout Spencer, un soldado que luchó en la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, aburrido y en constante crisis, encontró la leyenda del Infierno, la caja que abre las puertas hacia la dimensión de placer y tortura. Con el paso de los años sería uno de los Cenobitas más carismáticos del Tártaro, pasando a ser conocido como Pinhead, pero también Pontífice Oscuro del Dolor, el Papa Negro de Infierno, Vasa Inquatitis o también Xipe Totec. En el Infierno de Hellraiser hay más Cenobitas iconográficos que mortificarán las almas que osen descubrir el enigma de la caja: son The Chatterer (que bate sus mandíbulas constantemente castañeando los dientes como si fuera una trituradora), Butterball, la Cenobita Ángel y el satánico Channard. El caso es que no sólo estos iconos tienen una leyenda propia en las páginas del ensayista inglés, llegando a escribir sus nombres con letras de oro en el género del terror, sino que el propio Clive Barker tendrá su lugar como uno de los maestros más incorruptibles de la historia de la literatura y el cine. Si no conocen Hellraiser es el momento de que abran la 'Configuración del Lamento'...







Mitología: El corazón de Hellbound







En el principio de los tiempos había un Orden Perfecto. El leviatán no era una deidad monstruosa, sino todo lo contrario, una majestuosa fuerza que, a modo de laberinto, atestiguaba la perfección humana y el bien absoluto, la libertad y la esencia del ser. Una creación perfecta de modelo y lógica, como era él. Pero llegó un momento en que nuestro mundo, caótico y colmado de guerras y tentaciones, fecundó con semillas de maldad un odio imparable, creció exponencialmente y precipitó las fronteras de nuestras propias dimensiones. Al principio, el Leviatán pudo detener el ataque, pero no todo iba a ser tan fácil. Extendiéndose a su propia esencia, creciendo adulterado, el propio Leviatán puso a prueba a sus enemigos creando al hombre, un ser débil lleno de miedos y sueños, carente de fuerza y exánime ante las tentaciones del mal. En el sueño del Hombre habría una voz suave. Ésta se oyó y susurró los secretos de Ciencia, los enigmas de Lógica, y la llama de Prometeo.







El hombre recibió con los brazos abiertos todo este torrente de conocimiento y lo usó para dominar el pensamiento moderno, para convertirse en dueño y señor de aquello que le rodeaba. El mundo dejó de ser una amenaza para el hombre. Ni los más recónditos lugares de los pensamientos oscuros atemorizaban al ser humano, ni siquiera aquellas mentes retorcidas capaces de hacer el peor de los males en este mundo. En el cosmos se impuso la llamada edad de la Razón, donde las puertas ya no permanecerían cerradas para el miedo, descubriendo las mentiras del 'Otro Lado', cosa que aprovecharon para saber aún más, para trazar nuevos conceptos jamás explorados por nosotros. Pero las puertas se cerraron y algunos enigmas nunca se resolvieron...







El mundo se volvió virulento por las Guerras, un hecho que favoreció el Orden de Leviatán, haciéndose cada vez más fuerte. La gran deidad visitó al Hombre una vez más en sus sueños. Encadenado por las leyes del Universo, limitó a éste a permanecer en su Laberinto, lleno de ilusiones y de visiones, haciendo de éstos su única realidad, lo que estaba a su alcance, como un ardid de todo lo que le rodea. Este Orden, a priori beneficioso para el ser humano, le inspiró para caminar, analizando y estudiando, el anverso de lo que otrora consideraron dioses. Es decir, las lunas y los planetas, las estrellas e inmensidad del espacio. Desde ese mismo instante, el hombre abrió los ojos y manifestó admiración, dejando para siempre de estar seguro del testamento de la Humanidad, de su propio conocimiento. Cada guerra necesita un ejército, y esta guerra de Caos no era diferente. Era la culminación de la carne del Hombre y, desde ese mismo instante, los oscuros espíritus del mundo de Leviatán, obteniendo sus objetivos, empezaron a aparecer en la conciencia humana. Espíritus sin edad, sin corazón y lo que era peor, inmortales. Condenados a ejercer su influencia en la mente humana, condenados a vagar por los pasillos del Laberinto. Estos diabólicos seres, estos entes serían llamados por el gran Leviatán los Cenobitas de su religión, con una misión muy clara: ayudarían a equilibrar y aplacar, de forma brutal e insana, el deseo y el dolor de la propia condición humana.







Sin embargo, los Cenobitas, no serían lo que en un principio podría pensarse de ellos. Recogiendo lo peor de todos los espíritus del Mundo de Leviatán, se unificó en varios entes con un solo líder, un espíritu que guió a los Cenobitas por el camino de la justicia y el castigo, apoderándose de cada alma a la que tenían acceso. El adalid de todos ellos vino a ser llamado 'Pin-Head', pero también, junto a su horda de componentes 'Cenobitas', se le asignaron varios nombres como 'Pontífice Oscuro del Dolor', 'Príncipe de la Dolencia' y el 'Papa Negro del Infierno'. Algunos lo llaman el 'Hijo del Favoured', 'Vasa Inquatitis' o 'Xipe Totec', que vino a asemejarse al dios azteca conocido como 'Nuestro Dios, el Desollado'. Aquellos que desconocen su existencia y se atreven a osar con la complacencia de la yuxtaposición de dolor y placer pasarán a formar parte del séquito de sus torturas, de la depravación más dolorosa que jamás imaginó el hombre, encerrado en una odisea de experimentación y libertinaje. La purgación de la carne es la misión de 'Pinhead', sujeto al Testamento de Leviatán, a las normas del Infierno. 'El placer es el Dolor y largo es su camino' es el emblema del hombre con 'alfileres en la cabeza'. Santo o impío, esta figura del Infierno sólo ejerce de preceptor a la hora de aplicar las normas que rigen Los Avernos, a dar la bienvenida a todo aquel que ose a abrir las puertas desde el mundo material, desde nuestro lado, en el que sólo el ser humano tiene la llave para acceder a los tártaros. Esa llave es la tentación, la excitación y la búsqueda del placer en sus infinitas formas. El Leviatán utiliza como elementos de proselitismo las debilidades humanas como el deseo, la obsesión o la avidez. Aquellos que traspasen las puertas de lo prohibido en estos conceptos, aquellos que soliciten experimentar placeres del Más Allá, nunca conocidos por el hombre, serán expiados de forma escabrosa por los Cenobitas. Esa forma accesible a los que no temen traspasarla, de explorar los placeres que van más allá de las maravillas oscuras y los milagros negros, trajo consigo un Guardián, una forma diabólica de imponer sus condiciones, de castigar a quien transfiriera los límites. Pero no necesariamente los 'Cenobitas', sino criaturas con el propósito de salvaguardar y proteger los enigmas infernales. Los enigmas, perfectamente ocultos, no entraron en el inicio de los tiempos como objetos físicos, sino que llegaron a nosotros como ideas, inspiraciones, sueños y visiones.







Una de estas visiones llegó en forma de escabrosa idea a un francés fabricante de juguetes que buscó durante toda su vida la forma de abrir las puertas de lo desconocido. Su nombre era Philip LeMarchand y fue el elegido infernal para dar a conocer el misterio de los misterios. LeMarchand construyó una pequeña caja en forma de cubo en la que introdujo todas las respuestas innombrables, con unas instrucciones específicas para usarlo. Fue él quien trajo a nuestro mundo la 'Caja de LaMarchand' y sus contenidos conocidos como las 'Configuraciones del Lamento'. La Caja fue reproducida de forma falsa varias veces, extendiéndose a lo largo y ancho del mundo, confundiéndose y perdiéndose en los confines del Universo, extendiendo la Leyenda del Leviatán hasta convertirlo en una profecía del mal. La caja cayó en manos de un veterano de la Gran Guerra llamado Elliot Spencer, con una cicatriz interna que le marcó para siempre. Desprovisto de inquietudes en un mundo material que aborrecía, Elliot pensó en vivir su apática vida postbélica (repleta de graves problemas psicológicos y trastornos varios) descubriendo nuevos placeres, sintiendo su existencia forzado a experimentar otras alternativas de erudición antigua. Cuando llegó a sus manos la mítica caja de LeMecharnd, no tuvo problemas en descubrir el enigma que le abriría las puertas del Infierno, los secretos para introducirse en un mundo paralelo al nuestro, para fundir su alma con el espíritu de 'Xipe Totec', volviéndose ambos uno sólo. Pasó a llamarse 'Pinhead' y se consolidó como el líder de la filosofía del Leviatán, pero con rasgos humanos y con ciertas gradaciones de incorruptibilidad a la hora de someter a juicio el alma que descubriera los secretos que un día hizo suyos. Una vez inmerso en el otro lado, una vez que traspasó las puertas, su carne se desgarró separándose su anterior personalidad y dejando la pureza de la ecuanimidad, la filosofía Cenobita, al emblema de la caja, a la consecuencia del Leviatán, del Amo. Las almas que caen en la tentación y entran en el cosmos del Leviatán no siempre encuentran la expiación de dolor y placer. A veces, los propios humanos sufren hasta el infinito y sirven como juguetes de los Cenobitas, sometiendo a éstos a un padecimiento jamás imaginado, condenados a vagar por los pasillos del laberinto para la Eternidad. Otros, por el contrario, logran hacer realidad sus propios infiernos personales mezclando tormento y dolor como catarsis a sus propios fantasmas. Entre todos estos espectros de dolor, el Levitan escoge a alguno de ellos para convertirlo en Cenobita. Pero muchos otros son absorbidos para licuar su sangre y sirva de componente del gran Diamante, del propio Leviatán.







Cuando un cuerpo humano se desgarra de este mundo, deja atrás una semilla. Un pequeño signo de su existencia, de la vida que ha perdido, pudiendo ser desde una gota de sangre o saliva, incluso de esperma... Una semilla que, si se nutre apropiadamente, es lo suficientemente lícita para devolver el alma del condenado. De la propia materia vital, el alma recobra su vida, alcanzando así un terrorífico nacimiento a partir de la esencia. Pero si esto sucede, si un alma escapa a los atrios del infierno, las leyes maléficas de los propios Cenobitas indican la posibilidad de acceder a nuestro mundo para dar caza y destruir a los prófugos de la maldad.

domingo, 4 de septiembre de 2011

¿Se puede plagiar el silencio?



La respuesta lógica sería no pero, como decía el torero Guerrita, “hay gente pa to” y yo añadiría “por ganar dinero”.







En el año 2002, el grupo The Planets lanza al mercado Classical Graffiti cosechando un éxito rotundo y permaneciendo en el nº 1 de las listas británicas durante tres meses. Mike Batt, creador y productor del proyecto, tuvo la idea de “incrustar” en la pista número 13 del disco un minuto de silencio, titulado “A One Minute Silence“.


01. The Planets – Rodrigo (3:27)



02. The Planets – Carmen Caprice (5:58)


03. The Planets – Grassland Theme (3:08)


04. The Planets – Classical Graffiti (3:02)


05. The Planets – Love In Slow Motion (3:12)


06. The Planets – Brandenburg Variation (4:20)


07. The Planets – The Journey Of A Fool (4:28)


08. The Planets – Clair De Lune (4:11)


09. The Planets – He Moved Through The Fair (3:39)


10. The Planets – Contradanza (3:12)


11. The Planets – A Letter From New England (4:30)


12. The Planets – Bolero Fantasy (5:57)


13. The Planets – A One Minute Silence (0:59)


14. The Planets – Carmen Caprice (Acoustic Version) (5:57)


15. The Planets – Branenburg Variation (Acoustic Version) (4:21)


16. The Planets – Bolero Fantasy (Acoustic Version) (5:57)


17. The Planets – Christmas Thingy (Acoustic Version) (2:55)






¿Cuál fue la sorpresa de Mike Batt cuando recibió una demanda por plagio de la pista número 13?






La demanda la interpusieron los herederos de John Cage (1912 – 1992) por el plagio de su obra 4′ 33” (1952). La partitura de esta “obra” no especifica sonido alguno durante los 4 minutos y 33 segundos que dura y, además, puede ser interpretada por cualquier instrumento (un chiste fácil).






Esta demanda que, utilizando la lógica, no debería ser más que una simple anécdota llegó a un acuerdo extrajudicial que se saldó con el pago de una cantidad de seis cifras.






Batt lo remató con un poco de humor: “La mía es una pieza mucho mejor. He sido capaz de decir en un minuto lo mismo que Cage en 4 minutos y 33 segundos”



EL CRITICO Y EL BURRO



Que me perdonen los críticos de arte, cine, literatura… pero su papel siempre me ha parecido un poco cruel, enjuician y valoran el trabajo de otros pudiendo hundirte en la miseria. Siempre me he preguntado que si tanto saben y entienden por qué no lo hacen ellos y nos “deleitan” con sus “obras de arte”.







En 1910, con motivo de la exposición Le Salon des Indépendants (El Salón de los Independientes) y organizada anualmente en París por Société des artistes indépendants (Sociedad de los Artistas Independientes), hubo una obra que llamó la atención de los críticos y que todos elogiaron. Esta obra era “Coucher de soleil sur l’Adriatique” (Puesta de sol en el Adriático) de un pintor genovés, completamente desconocido, llamado Joachim-Raphaël Boronali.


Un buen día se presentó el escritor Roland Dorgelés en la sede del periódico Le Matin para desvelar la identidad de Boronali. El tal Boronali era… un burro llamado Lolo.







Dorgelés y unos amigos llevaron al burro a una casa abandonada donde le ataban pinceles a la su cola y lo estimulaban, para mover la cola a más o menos ritmo, con zanahorias.


 
La obra se llegó a vender por 400 francos que fueron donados a un orfanato. Muchos críticos estuvieron callados durante una temporada.

EXITO Y OLVIDO POR 10 DOLARES

ANTONIO MEUCCI

En el ámbito de los inventos y las patentes siempre han existido disputas por la paternidad de ciertos inventos. En este caso, si Antonio Meucci hubiese tenido 10 dólares el iPhone sería un teletrófono.







El inventor italiano Antonio Meucci (1808 – 1889) emigró a New York en 1850 donde, tras diez años de investigación, desarrolló el primer comunicador por voz (llamado teletrófono) que conectaba su laboratorio, en la planta sótano, con su dormitorio en la segunda planta. En 1871 presentó ante la Oficina de Patentes una patent caveats, una especie de patente provisional renovable anualmente. Si durante el tiempo que está en vigor la patent caveats otra persona presenta otro invento similar, la Oficina de Patentes se lo debía comunicar al primero y éste tenía un plazo de 3 meses para solicitar la patente definitiva; si transcurridos estos tres meses no se había solicitado la patente pasaba al segundo.


En 1874, Antonio Meucci no pudo pagar los 10 dólares para renovar la patent caveats. Vivía de la asistencia pública por estar convaleciente de unas quemaduras producidas por la explosión de la caldera del ferry que comunicaba Staten Island, donde vivía, con Manhattan. En 1876, Alexander Graham Bell solicitaba la patente del teléfono y pagaba los 250 dólares estipulados para una patente definitiva.
 
En 1874, Antonio Meucci no pudo pagar los 10 dólares para renovar la patent caveats. Vivía de la asistencia pública por estar convaleciente de unas quemaduras producidas por la explosión de la caldera del ferry que comunicaba Staten Island, donde vivía, con Manhattan. En 1876, Alexander Graham Bell solicitaba la patente del teléfono y pagaba los 250 dólares estipulados para una patente definitiva.
 
Por causas del destino y del azar (¿?) los bocetos y prototipos de Meucci fueron a parar al laboratorio donde, casualmente, trabajaba Bell… Cuando Meucci quiso recuperar sus originales, se habían extraviado. Meucci interpuso una demanda contra Bell por fraude pero falleció cuando todavía estaba en trámite.







En 2002, por iniciativa del congresista Vito Fossella , la Cámara de Representantes de EEUU aprobó la resolución 269 declarando “que la vida y logros de Antonio Meucci deben ser reconocidos, así como su trabajo en la invención de la teléfono”. A fecha de hoy, todavía siguen las disputas…

ALEXANDER GRAHAM BELL

LAS FÁBRICAS DE EUNUCOS

Eunuco en harén

El destino de los “infieles” capturados en batallas o razzias por los ejércitos de Al-Andalus era la esclavitud o integrarse en el ejército como mercenarios. Entre estos últimos destacaron, por su fidelidad y su fiereza, los ejércitos de mercenarios eslavos de Abd al-Rhaman III y Almanzor. Algunos de los esclavos eran castrados, eunucos, para servir en el harén ya que eran “inofensivos” ante los encantos femeninos. Aunque en un principio su función eran las labores domésticas, algunos de ellos llegaron a ocupar altos cargos en la administración del califato de Córdoba e incluso se vieron envueltos en conspiraciones de palacio.

Durante este periodo califal el mayor mercado de eunucos estaba en la capital, Córdoba, y las “fábricas” (porque así se denominaban) en Lucena (Córdoba) y Verdún (Francia). Cuando eran capturados se llevaban a Lucena o Verdún donde eran castrados mediante una brutal operación de la que no todos salían con vida. El comercio de este tipo de esclavos eran controlado, casi en exclusiva, por los judíos.

GANARON LA BATALLA EN BICICLETA



Si en la península ibérica los británicos controlan el peñón de Gibraltar, desde el siglo XVIII durante la Guerra de Sucesión Española, al comienzo de la II Guerra Mundial controlaban el Gibraltar del Este, Singapur, en el Sudeste Asiático.




El 8 de diciembre de 1941, los japoneses comenzaron la campaña Malaya, al mismo tiempo que bombardeaban Pearl Harbor, que les llevaría a la ocupación de Tailanda y Malasia, y la expulsión de los británicos de Singapur en febrero de 1942.



Tras perder Malasia, el ejército británico se retiró a su base de Singapur. Aunque habían perdido la batalla del aire, por la abrumadora mayoría de aparatos japoneses, todavía se sentían seguros en la inexpugnable fortaleza de Singapur (más de 80.000 soldados, defensas antiaéreas, artillería pesada para repeler un ataque marítimo por el Sur y protegidos por selvas y manglares por el Norte). Todas las fuerzas y la artillería se destinaron hacia el Sur, en teoría el único punto por el que podían ser atacados. Los japoneses sabían que por los manglares y la selva no podían avanzar con artillería o carros de combate… pero sí con la infantería en bicicleta.

Desplazándose con las bicicletas se desplegaron rápidamente y atacaron en varios frentes. Cuando los británicos quisieron reaccionar ya era tarde, las japoneses había roto la líneas defensivas del norte…. En siete días la fortaleza inexpugnable había caído. Hicieron más de 80.000 prisioneros (indios, británicos y australianos).




Las palabras de Churchill:



Worst disaster in British history.

EL JARABE DE DALSY



Antes se decía que los niños venían con un pan bajo el brazo, ahora parece que vienen con un frasco de Dalsy y otro de Apiretal como remedios para casi todos los males del bebé.







Tanto pediatras como matronas recomiendan tener siempre a mano ambos medicamentos, pero el siglo XIX cómo se las apañaban las madres… con el jarabe de la señorita Winslows. La fórmula de este remedio milagroso se la “debemos” a la Sra. Charlotte Winslow y se comercializó a mediados del siglo XIX. Su efecto calmante era mucho más rápido y eficaz que los famosos Dalsy o Apiretal… seguramente porque contenía morfina pura.


En 1910, el New York Times publicó un artículo desenmascarando estos jarabes calmantes que contenían “sulfato de morfina, cloroformo, heroína…”







En 1911, la American Medical Association publicó un estudio, llamado “Panaceas y Charlatanería“, en el que denominaba al jarabe de la señorita Winslows “asesino de bebés“. Aún así, todavía pasarían unos años hasta que fue retirado.


 

CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS EN 1840



La clasificación de las ciencias y de las artes puede hacerse dependiendo de la época, del campo de estudio o trabajo, del método… Pero la más original de todas me ha parecido la clasificación, hecha en 1840, según el beneficio que reportan.







Para ello me voy a servir del Semanario Pintoresco Español; fundado por Mesonero Romanos en 1836, y editado hasta 1857, se propuso “popularizar entre la multitud aquellos conocimientos útiles o agradables de las ciencias, las letras y las artes“. Alcanzó una difusión insólita para la época, seis mil suscriptores, y fue ampliamente imitado por otras publicaciones posteriores. Para conseguir llevar a cabo este proyecto, importó de Francia una prensa mecánica, que suponía un gran avance técnico respecto a las prensas anteriores; introdujo el grabado xilográfico que permite imprimir el grabado al mismo tiempo que el texto y soporta indefinidas copias. La revista se organizaba en unas secciones fijas como Costumbres, España Pintoresca, Bellas Artes, Crítica Literaria, Poesía…


En una de sus ediciones de 1840 clasifica las ciencias y las artes según el beneficio (pan y gloria):







■Que dan pan y gloria: Jurisprudencia, Medicina y Teología


■Gloria sin pan: Poesía, Literatura y Ciencias Exactas


■Pan sin gloria: Anatomía, Economía y Aritmética


■Ni pan ni gloria: Metafísica, Lógica y Crítica

EL REY QUE LLEVABA TATUADO "MUERTE A LOS REYES"



Es lo que tiene la rebeldía propia de la juventud y más si te pilla la Revolución Francesa siendo de origen humilde.







El francés Jean-Baptiste Bernadotte fue un revolucionario convencido cuyas cualidades militares le llevaron a un rápido ascenso en medio de la Revolución Francesa. En 1804 Napoleón lo nombró Mariscal de Francia pero, aún así, su relación con el emperador distaba mucho de ser idílica, pasando del reconocimiento al enfrentamiento.


Por otra parte, en Suecia, tenemos al rey, Carlos XIII, enfermo y sin heredero al trono por el fallecimiento prematuro del príncipe, y un Jean Baptiste Bernadotte con fama de hombre bueno y recto después del trato dispensado a un grupo de 30 oficiales suecos cautivos en Lübeck. La sorpresa llegaría en 1810 cuando Otto Mörner, enviado del rey de Suecia para anunciar el fallecimiento del príncipe heredero, por su cuenta y riesgo decide ofrecer la sucesión al trono a Bernadotte. Al principio, Napoleón se lo tomó a risa pero cuando lo pensó detenidamente se dio cuenta de que “mataba dos pájaros de un tiro“: se quita a un militar contestatario y Suecia se convierte en un aliado con un rey pelele… decide apoyar su candidatura.



Cuando Mörner regresa a Suecia es arrestado por insubordinación pero la candidatura de Bernadotte va ganando adeptos, la gente ve en él a un militar honesto y que los puede llevar a recuperar Finlandia en manos de Rusia desde 1809. En 1810 fue nombrado príncipe heredero. Napoleón se equivocó… el rey dejó en sus manos todo el poder y Bernadotte se unió a la Sexta Coalición para luchar contra Napoleón, además en 1813 incorporó Noruega a la corona de Suecia.


En 1818, tras el fallecimiento de Carlos XIII, fue coronado rey de Suecia y Noruega como Carlos XIV Juan.






Volviendo al origen del post y a su juventud revolucionaria, Bernadotte llevaba un tatuaje que decía “Mort Aux rois” (muerte a los reyes). Lo curioso es que, además de ser rey, Bernadotte inició una dinastía que ha llegado a nuestros días.

EL CEPILLO INVENTADO EN UNA CARCEL

Aunque una cárcel no parezca el lugar más apropiado para utilizar como ejemplo de limpieza e higiene, el caso es que uno de los referentes de la higiene, en este caso dental, se inventó en una cárcel de Newgate (Inglaterra).







En 1780, los avatares de la vida, se dice que por disturbios callejeros, llevaron a William Addis a prisión. En aquella época la forma tradicional de lavarse los dientes era frotarlos con una trapo o tela de lino con sal u otras sustancias, el caso es que los trapos de prisión de debía ser muy “fiables” y decidió buscar un sustitutivo más higiénico. Se guardó un hueso de la cena y con un pequeño soborno a uno de sus guardianes consiguió unas cerdas, las unió y pegó en los agujeros que había hecho en el hueso… ya tenemos el primer cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos.


Aunque una cárcel no parezca el lugar más apropiado para utilizar como ejemplo de limpieza e higiene, el caso es que uno de los referentes de la higiene, en este caso dental, se inventó en una cárcel de Newgate (Inglaterra).







En 1780, los avatares de la vida, se dice que por disturbios callejeros, llevaron a William Addis a prisión. En aquella época la forma tradicional de lavarse los dientes era frotarlos con una trapo o tela de lino con sal u otras sustancias, el caso es que los trapos de prisión de debía ser muy “fiables” y decidió buscar un sustitutivo más higiénico. Se guardó un hueso de la cena y con un pequeño soborno a uno de sus guardianes consiguió unas cerdas, las unió y pegó en los agujeros que había hecho en el hueso… ya tenemos el primer cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos.


Cuando salió de prisión fundó la compañía ADDIS, que hoy todavía existe, y comenzó a comercializar los  cepillos de dientes

EL CANAL DE PANAMÁ SE CONSTRUYÓ GRACIAS A UN SELLO



La primera idea de unir el océano Pacífico y el mar Caribe data del siglo XVI cuando los españoles controlaban la zona pero no fue hasta el siglo XIX cuando los franceses se pusieron manos a la obra en Panamá.

Visto el éxito que el empresario francés Ferdinand de Lesseps había tenido en la construcción del canal de Suez (Egipto) en 1869, se le encargó la construcción del canal en el istmo de Panamá. Se creó la Compagnie Universelle du canal interocéanique de Panama que recaudó los fondos para financiar el proyecto y en 1881 comenzaron las obras. Las dificultades de ingeniería, la mala gestión financiera, un terremoto y una epidemia de fiebre amarilla llevaron a la compañía a la quiebra y el ambicioso proyecto se paralizó en 1889.







El ingeniero jefe de la obra, Philippe-Jean Bunau-Varilla, tomó las riendas y se dirigió a los EEUU para ofrecerles los derechos de explotación a cambio de la financiación necesaria para terminar el canal. En aquellos días los EEUU tenían muy avanzadas las negociaciones para construir su propio canal en Nicaragua… pero Bunau-Varilla tenía guardado un as en la manga.






Aprovechando que 1902 había sido un año de mucha actividad volcánica en la zona, difundió la noticia de la erupción del Momotombo (Nicaragua), incluso se publicó un artículo en New York Sun, que ponía en peligro el trazado del canal. Aunque el gobierno de Nicaragua trató de desmentir la noticia, Bunau-Varilla se ocupó de hacer llegar a todos los miembros del Congreso de los EEUU, que debían votar qué opción elegir, un sello nicaragüense en el que se representaba el volcán Momotombo en erupción para apoyar tu teoría… La opción de Panamá ganó y en 1914 se inauguró.

EL HOMBRE CAYENDO



El hombre cayendo es el título de una fotografía tomada por Richard Drew durante los atentados del 11 de septiembre de 2.001 contra las torres gemelas del World Trade Center, a las 9:41:15 de la mañana. En la imagen se puede ver a un hombre caer desde una de las torres, que seguramente eligió saltar al vacío en lugar de morir por el calor y el humo. La publicación del documento poco después de los atentados encolerizó a ciertos sectores de la opinión pública norteamericana. Acto seguido, la mayoría de los medios de comunicación se auto-censuraron, prefiriendo mostrar únicamente fotografías de actos de heroísmo y sacrificio. Un documental trató de averiguar la identidad de aquel hombre.

ACECHANDO LA MUERTE



En 1994, el fotógrafo documentalista sudanés Kevin Carter ganó el premio Pulitzer de fotoperiodismo con una fotografía tomada en la región de Ayod (una pequeña aldea en Sudán), que recorrió el mundo entero. En la imagen puede verse la figura esquelética de una pequeña niña, totalmente desnutrida, recostándose sobre la tierra, agotada por el hambre, y a punto de morir, mientras que en un segundo plano, la figura negra expectante de un buitre se encuentra acechando y esperando el momento preciso de la muerte de la niña. Cuatro meses después, abrumado por la culpa y conducido por una fuerte dependencia a las drogas, Kevin Carter se quitó la vida.

PROTESTA SILENCIOSA



Thich Quang Duc, nacido en 1897, fue un monje budista vietnamita (también llamados bonzos) que se inmoló hasta morir en una calle muy transitada de Saigón el 11 de junio de 1963. Su acto de inmolación, que fue repetido por otros monjes, fue el más recordado, ya que fue atestiguado por David Halberstam. Mientras su cuerpo ardía, el monje se mantuvo completamente inmóvil. No gritó, ni siquiera hizo un ruido. Thich Quang Duc estaba protestando contra la manera en la que la administración oprimía la religión budista en su país. Después de su muerte, su cuerpo fue cremado conforme a la tradición budista. Durante la cremación su corazón se mantuvo intacto, por lo que fue considerado como santo y su corazón fue trasladado al cuidado del Banco de Reserva de Vietnam como reliquia. Éste es el origen de la expresión “quemarse a lo bonzo”, que al revés de lo que la gente piensa no se refiere a la forma de quitarse la vida, sino al hecho de matarse como forma de protesta política.

EL HOMBRE DEL TANQUE DE TIANANMEN






También conocido como el Rebelde Desconocido, éste fue el apodo que se atribuyó a un hombre anónimo que se volvió internacionalmente famoso al ser grabado y fotografiado en pie frente a una línea de varios tanques durante la revuelta de la Plaza de Tian’anmen de 1989 en la República Popular China. La foto fue tomada por Jeff Widener, y se transmitió esa misma noche siendo titular en cientos de periódicos, noticieros y revistas de todo el mundo. El hombre se mantuvo sólo y en pie mientras los tanques se le aproximaban, sosteniendo dos bolsas similares una en cada mano. Mientras los tanques iban disminuyendo la marcha, él hacía gestos para que se fueran. En respuesta, el tanque situado en cabeza de la columna intentó sortearlo; pero el hombre se interpuso repetidamente en su camino, demostrando una tenacidad y resistencia enormes. En Occidente, las imágenes del rebelde fueron presentadas como un símbolo del movimiento democrático chino. Un joven arriesgando la vida para oponerse a un escuadrón militar. Dentro de China, la imagen fue usada por el gobierno como símbolo del cuidado de los soldados del Ejército Popular de Liberación para proteger al pueblo chino: a pesar de las órdenes de avanzar, el conductor del tanque rechazó hacerlo si eso implicaba dañar a un sólo ciudadano.




BESO EN TIME SQUARE



Beso de despedida a la Guerra. Fue tomada por Victor Jorgensen en Times Square el 14 de Agosto de 1945, en la que se puede ver a un soldado de la marina norteamericana besando apasionadamente a una enfermera. Al contrario de lo que lo que comúnmente se piensa, estos 2 personajes no eran pareja, sino que eran unos perfectos extraños que se habían encontrado allí. La fotografía, todo un icono, es considerada una analogía de la excitación y pasión que significa regresar a casa tras pasar una larga temporada fuera, como también la alegría experimentada al acabar una guerra.




LA NIÑA AFGANA



Sharbat Gula fue fotografiada cuando tenía 12 años por el fotógrafo Steve McCurry, en junio de 1984. Fue en el campamento de refugiados Nasir Bagh de Pakistán durante la guerra contra la invasión soviética. Su foto fue publicada en la portada de National Geographic en junio de 1985 y, debido a su expresivo rostro de ojos verdes, la portada se convirtió en una de las más famosas de la revista. Sin embargo, en aquel entonces nadie sabía el nombre de la chica. El mismo hombre que la fotografió, Steve McCurry realizó una búsqueda de la joven que duró 17 años. El fotógrafo realizó numerosos viajes a la zona hasta que, en enero de 2002, encontró a la niña convertida en una mujer de 30 años y pudo saber su nombre. Sharbat Gula vive en una aldea remota de Afganistán, es una mujer tradicional pastún, casada y madre de tres hijos. Ella había regresado a Afganistán en 1992. Nadie la había vuelto a fotografiar hasta que se reencontró con McCurry y no sabía que su cara se había hecho famosa. La identidad de la mujer fue confirmada al 99,9% mediante una tecnología de reconocimiento facial del FBI y la comparación del iris de ambas fotografías.

EJECUCION EN SAIGON



“El coronel asesinó al preso; yo asesiné al coronel con mi cámara”. Esa es la frase con la que se asoció esta foto tan brutal y, a la vez, tan descriptiva de lo que es una guerra. La pronunció Eddie Adams, fotógrafo de guerra.







Adams fue el autor de una de esas fotografías capaz de hacer cambiar la opinión acerca de cualquier acontecimiento. En este caso se trata de la ejecución, a sangre fría, de un guerrillero del Vietcong, con las manos atadas a la espalda, por parte del jefe de policía de Saigon. Fue en el segundo día de la Ofensiva del Tet, en la guerra del Vietnam






El mérito, digamos técnico, de la instantánea es su dureza. La capacidad de Adams de congelar el momento exacto en el que la acción acontece. Ni antes, ni después.






El fotógrafo fue galardonado con el premio Pulitzer por la fotografía, aunque nunca estuvo demasiado a gusto con su recuerdo. Por una parte, porque tenía la sensación de que había ganado el premio aprovechándose de la crueldad humana y, por otra, por cierta actitud moral: según él, la conducta del policía no le parecía tan abominable desde el punto de vista humano.






Parece que el guerrillero había asesinado a un amigo suyo, así como a una mujer y sus seis hijos. Por esto, Adams siempre intento comprender (aunque no lo compartiera) los motivos de todos






Es lo duro de una guerra. La crueldad aparece por todas partes y no quedan inocentes

LA NIÑA DEL VIETNAM



El 8 de junio de 1972, un avión norteamericano bombardeó con napalm la población de Trang Bang. Allí se encontraba Kim Phuc con su familia. Con su ropa en llamas, la niña de nueve años corrió fuera de la población. En ese momento, cuando sus ropas ya habían sido consumidas, el fotógrafo Nic Ut registró la famosa imagen. Luego, Nic Ut la llevaría al hospital. Permaneció allí durante 14 meses, y fue sometida a 17 operaciones de injertos de piel. Cualquiera que vea esa fotografía puede ver la profundidad del sufrimiento, la desesperanza, el dolor humano de la guerra, especialmente para los niños. Hoy en día Pham Thi Kim Phuc, la niña de la fotografía está casada y con 2 hijos y reside en Canadá. Preside la ‘Fundación Kim Phuc’, dedicada a ayudar a los niños víctimas de la guerra y es embajadora de la UNESCO.

LA AGONIA DE OMAYRA






Omayra Sánchez fue una niña víctima del volcán Nevado del Ruiz durante la erupción que arrasó al pueblo de Armero, Colombia en 1985. Omayra estuvo 3 días atrapada en el fango, agua y restos de su propia casa. Tenía 13 años y durante el tiempo que se mantuvo atorada siempre estuvo encima de los cuerpos de sus familiares. Cuando los socorristas intentaron ayudarla, comprobaron que era imposible, ya que para sacarla necesitaban amputarle las piernas, sin embargo carecían de cirugía y podría fallecer. La otra opción era traer una moto-bomba que succionará el cada vez mayor fango en que estaba sumergida. La única moto-bomba disponible estaba lejos del sitio, por lo que sólo podían dejarla morir. Omayra se mostró fuerte hasta el último momento de su vida, según los socorristas y periodistas que la rodearon. Durante los tres días, estuvo pensando solamente en volver al colegio y en sus exámenes. El fotógrafo Frank Fournier, hizo una foto de Omayra que dio la vuelta al mundo y originó una controversia acerca de la indiferencia del Gobierno colombiano respecto a las víctimas. La fotografía se publicó meses después de que la chica falleciera. Muchos ven en esta imagen de 1985 el comienzo de lo que hoy llamamos Globalización, pues su agonía fue seguida en directo por las cámaras de televisión y retransmitida a todo el mundo.

LA FOTO DEL CHE


El triunfo de la Revolución da a la fotografía un sitio especial, es entonces cuando empieza su historia como género coherente, las calles son centro de la historia, y los fotógrafos testimonian éstos acontecimientos, logrando fotos que mueven resortes en el espectador, y otras se convierten en íconos, símbolos de la época.








Alberto Díaz (Korda), Fotógrafo del periódico Revolución, se encontraba en su labor durante los funerales de las víctimas del sabotaje al barco La Couvre en marzo de 1960.






Estaba a unos 8 ó 10 metros de la tribuna donde hablaba Fidel y tenía una cámara con un lente semi-telefoto cuando se percato que el Che se acerca a la baranda, donde estaban Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, rememora Korda.






“El Che se había mantenido en un segundo plano. Se acerca a mirar el mar de pueblo. Lo tengo en el objetivo, tiro uno y luego otro negativo, y en ese momento el Che se retira. Todo ocurrió en medio minuto.”


Cuando llega al periódico y revela, Korda piensa que es una buena foto del Che, pero el periódico no la publica entonces. Siete años más tarde esa imagen alcanzaría otra dimensión.






En el verano del 67 el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli llega al estudio habanero de Korda. Lo ha enviado Haydée Santamaría, presidenta de la Casa de las Américas. Buscaba unas fotos del Che y Korda le obsequia dos copias de la foto tomada en 1960.










“En octubre muere el Che y Feltrinelli imprime la foto en un cartel de un metro por 70.”






La foto de Korda se convierte en mito. Impresiona por su hieratismo, con su chaqueta verde olivo cerrada, con su boina negra y la estrella dorada. “Se advierte en su mirada la cólera reconcentrada por aquellas muertes, hay una impactante fuerza en su expresión”.






Es la foto que se lleva a las manifestaciones, a las protestas, aparece publicada en cientos de artículos, en banderas, en posters.


La foto de Ernesto Che Guevara tomada por Korda y que él tituló Guerrillero Heroico es hoy en día una de las más famosas del mundo.